Ya es la hora de este viaje tan esperado. Ese el cual lleva llamandome durante todos estos años, ese el cual enlaza dos partes muy lejanas y las acerca para poderlas separar otra vez. Es el momento de buscar para encontrar, el de volver a seguir esas señales que marcan un camino sin haber sido señalizado. Donde hay una parte de mi que parece haber llegado antes que yo, y donde se quedara la parte que siempre quise que llegara.
Volver a sentirlo dentro y fuera, vover a llenar los huecos vacios del miedo que ya no tienen cabida, pero sobre todo, el poder dirigir otra vez una vida atraida por lo desconocido, y llevarla sin rumbo fijo por el camino que inspiran su causa y su efecto por defecto.
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